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martes, 26 de junio de 2012

¿Que hay de postre?


Mi chica y yo habíamos dispuesto todo para tener una velada de videos porno, era la primera vez que los veríamos juntos, y sexo salvaje gracias al calentón de los mismos.

Todo estaba preparado y dispuesto, tumbado en el sofá con una camiseta y mi bóxer morado y verde, las ganas ardientes de probar este nuevo hecho y ver como subiría la temperatura.

Apareció por la puerta con un pijama que dejaba ver todo, y todo es todo. No llevaba ropa interior y la transparencia del pijama daba mas juego a mi mente perversa y maquiavélica. Un largo beso de pasión aconteció a la reproducción de la película.

Muy lista y picarona ella se sentó delante mía apretando su cintura y nalgas contra mi, eso aria que llegado el momento notara mas mi excitación y la protuberancia que apareciese con las imágenes.

Vimos la película entre tocamientos eróticos el uno al otro, masturbaciones onanistas para excitar la vista y la mente, felaciones muy placenteras incluyendo un 69 y algún que otro gemido orgásmico, pero sin llegar al deseado coito, el cual nunca nos hizo falta.

Nos levantamos del sofá muy satisfechos de la experiencia con cierta idea de poder repetirla realizando alguna cosa mas extrema que nos llevara a probar nuestros limites sexuales y orgásmicos. Era momento de preparar la cena y muy apañado yo me puse a preparar debidamente una cena acorde con el momento. Una pequeña fondue de queso con pan y carne, poca cantidad ya que pretendía preparar otra fondue de chocolate para el postre.

Volviendo al momento de la cena mi pareja realizaba gestos sensuales y provocativos con la comida dando a entender que tenia mas “hambre” de sexo. Los gestos con la lengua lamiéndose los labios tras introducir sensualmente la carne en su boca, varias veces relamió el queso de su dedo pervirtiendo mas mi mente viendo como jugaba con su dedo para dejarlo sin alimentos resbalando por el, miradas de placer y algún que otro gritito de placer al comer los alimentos eran las señales inequívocas.

Me mantuve “sereno” pero con un calenton importante y comencé a recoger la mesa no sin antes avisar de que tenia que preparar el postre. Su respuesta fue “ya me sirvo yo el postre”.

Muy hábil ella me dejo rodeado por la encimera y su boca que comencé a besar placidamente. Ella casi al instante agarro mi miembro que, evidentemente, había doblado su tamaño y grosor gracias a los gestos de mi querida pareja.

Arrodillándose delante mía saco mi alargado pene y lo introdujo en su boca. Notaba como jugaba con su lengua a lo largo y ancho de su boca, estaba tan húmeda su boca que no aria falta humedecerla a ella para que no tuviera fricción al penetrarla.

Me dio mucho morbo ver como movía la cabeza y las manos cada vez mas rápido. Me di cuenta que ella también se estaba masturbando por debajo de su pijama ya que a veces paraba y gemía ligeramente.

Muy lasciva y con vicio me pidió el postre así que me decidí a ponerla en la encimera de la cocina y quitarle el pantalón del pijama. Allí mismo me introduje dentro de ella, estaba muy húmeda y el flujo se escurría por sus pantorrillas llegando a manchar la encimera.
Agarrándome del cuello para no caerse empecé a empujarla con grandes energías intentando que la penetración fuera lo mas profunda posible. Conseguí dejarla bien abierta de piernas sujetándola por los gemelos y dejándolos en el aire suspendidos. Sus gemidos fueron abrumadores y me daban mas fuerzas para continuar con mis movimientos.

Pude ver que habíamos empapado la encimera con una mezcla de flujos sexuales de ambos. La baje de su postura y la hice darme la espalda y que se apoyara sobre donde estaba sentada. Abrí sus nalgas y de nuevo comencé el juego sexual que estábamos llevando a cabo. Llego a gritar insistentemente “no pares”, “sigue”, y demás otras frases de jubilo y excitación del momento.

No podía ver el final de mi éxtasis sexual dentro de ella, su vagina me gustaba mas que su boca y podía sentir como ella también se contraía y tenia varios orgasmos.

Poco antes de mi llegada la pude advertir, volvió a colocarse de rodillas y comenzó a masturbarme muy rápido. El placer era indescriptible y llego la explosión la cual cayó sobre su cara y su boca.

Mi corrida la lleno placenteramente y la sacio sexualmente pude notarlo en su expresión de felicidad y placer. Al acabar y volver a meter mi polla en su boca comente “Aquí tienes tu postre”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ohhh seeee nene jajaja
Genial, como te decía por whatsapp ^^
Hace mucho que yo no escribo cosas así, pero me has vuelto a inspirar jejeje
Ya te dedicaré uno, que te lo has merecío! xD

;)

dollen dijo...

Dude, a photo credit would have been cool.

-dollen

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